martes, 22 de diciembre de 2009

Gobierno de El Salvador buscará mejorar su nivel de Relaciones con Estados Unidos en el 2010

Por Luis Montes Brito

El presidente estadounidense Barack Obama no concedió una reunión durante el 2009 a su colega salvadoreño Mauricio Funes a pesar de las múltiples gestiones infructuosas del gobierno centroamericano, quien ha tenido que conformarse con una respuesta vaga para la misma la cual “esperan se dé durante el primer trimestre del 2010” a decir del canciller salvadoreño Hugo Martínez.

La administración Obama en un mensaje mudo sobre la importancia de las relaciones actuales con El Salvador, anuncia hasta casi un año después de estar en funciones, la designación de la abogada Mari Carmen Aponte como nueva embajadora en el país, nombramiento que está pendiente aún de ratificación por parte del Senado de los Estados Unidos, lo cual incluye la presencia de la señora Aponte ante el Comité de Relaciones Exteriores y cualquier otro subcomité, lo que podría tomar varios meses más para la confirmación en el cargo.

Por su parte el gobierno salvadoreño, después de 7 meses de estar en funciones y debido a la constante tirantez con el partido oficial, ha sido incapaz de nombrar su embajador ante Estados Unidos, país de residencia de mas de 2.5 Millones de salvadoreños, además de ser su principal socio comercial y destino de más del 50% de sus exportaciones.

En las últimas 3 ó 4 décadas no se tiene un antecedente sobre un período tan prolongado sin el nombramiento de sus embajadores en las relaciones entre ambas naciones, lo que evidencia más allá de los discursos una disminución en nivel de las mismas.

Para intentar recuperar el nivel anterior de relaciones el gobierno salvadoreño ha tenido entre otras cosas, que contradecirse de su posición inicial ante la crisis hondureña, encaminándose ahora a reconocer la legalidad del gobierno electo de esa nación vecina, aún en contra de la posición del FMLN, a quien se señala de haber colaborado en el retorno de Zelaya a Honduras, lo que en su momento fue reclamado como un triunfo, pero que en la práctica no logró el objetivo de devolverle el poder al destituído Zelaya, si no por el contrario, para lo único que sirvió es para confinarlo y darle la oportunidad al gobierno de Micheletti de tenerlo encerrado en un solo lugar.

Por otra parte, la posición radicalmente antinortemaericana manifestada públicamente en reiteradas ocasiones por el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén afecta el acercamiento con los Estados Unidos, solicitando públicamente el máximo representante diplomático de ese país en El Salvador una definición de la posición del gobierno salvadoreño, lo que ha obligado al presidente Funes a desautorizar también de manera pública y en repetidas ocasiones al vicepresidente Sánchez Cerén.

Las constantes agresiones verbales del vicepresidente salvadoreño no ayudan al deseo del gobierno, manifestado por el presidente Funes y el Canciller Martínez de convertirse en un aliado estratégico de los estadounidenses, a tal punto que a través de su embajada en El Salvador, Estados Unidos a manera de advertencia ha tenido que recordarles que la mayoría de nuestras exportaciones son dirigidas hacia ese país y que en el mismo viven una cantidad considerable de compatriotas, varios miles de ellos con un estatus migratorio irregular, por lo que consideraban importante definir el rumbo y las intenciones del actual gobierno, lo que obligó al gobierno salvadoreño a correr para señalar que es el presidente de la República el único responsable de definir las relaciones exteriores del país.

En la reunión sostenida recientemente por los cancilleres de ambos países, según lo manifestado por el canciller Martínez, no se abordó el tema sobre ampliar u obtener una regulación migratoria a nuevos compatriotas debido al reciente desastre natural ocurrido en El Salvador.

A pesar de que la Secretaria de Estado estadounidense fue enfática durante la reunión sostenida con el Canciller salvadoreño en cuanto a que la reforma migratoria no sólo depende de la voluntad del ejecutivo estadounidense y mucho menos de terceros países, el ministro Martínez insiste en presentar sin mayores probabilidades de éxito, a no ser de objetivos mediáticos de corto plazo, una propuesta salvadoreña de Reforma Migratoria, para la cual buscan el apoyo de los demás países centroamericanos y de México.

Durante el 2010 las relaciones entre ambos países seguirán siendo vistas de cerca por ambas naciones y dependerán en gran medida de la capacidad del Presidente Funes de someter a los dirigentes efemelenistas que ostentan cargos de importancia en su administración a bajar la voz de sus sentimientos anti norteamericanos.

3 comentarios:

  1. En los primeros 11 meses, Obama solamente ha recibido a dos presidentes latinoamericanos, al de Mexico y al de Brasil. Al primero, por obvias razones y practicamente porque se ha convertido en una tradicion, y al segundo por la importancia economica y geopolitica que logrado ganar el gigante suramericano en la ultima decada. La falta de interes mostrada por la administracion Obama en estos meses es preocupante, y es un claro mensaje a la region diciendonos que nosotros no figuramos en la lista de prioridades del primer presidente negro de los Estados Unidos. Este es un hecho lamentable, ya que en latinoamerica en estos momentos existen presidentes como Mauricio Funes, que se encuentran bajo el duro asedio de la extrema izquierda latinoamericana, y estan luchando constatemente por no dar su brazo a torcer frente estas ideologias radicales, y Estados Unidos simplemente les esta cerrando las puertas en las narices.

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  2. Es vergonzoso saber que el canciller Martinez puso en su CV que habla ingles y a media reunión con la Secretaria Clinton le tuvieron que poner ínterprete para traducirle por que de inglés no sabe ni pío....Es mejor decir la verdad, sobre todo aquí en los Yunai, donde no hay tolerancia para la mentira... que desprestigio!

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  3. Realmente la relación entre dos países depende mucho de la couyuntura del momento y de los interes mutuos que se logren impulsar. A Estados Unidos ya no le conviene seguir perdiendo aliados en el Hemisferio y aunque El Salvador no les represente muchos intereses estratégicos, sí van a tratar de manejar una relación de buen entendimiento.

    De esto a que los dos Gobiernos son "mejores amigos" hay un gran trecho y ya suena a disco rayado el Ministro queriendo convencernos de esto... más bien parece que hace un esfuerzo muy fingido al querer apartarse de la postura anti-americanista del FMLN y mantenerse en su cargo bailando al son del Presidente Funes.

    Veremos si en diciembre se hacen cambios en el Gabinente salvadoreño para separar a aquellos Ministros que no son del parecer de Estados Unidos.

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